En mi trabajo suelo hacer énfasis en la experiencia actual que tiene cada persona y su manera particular de darle significados a su vida. Para esto realizo una exploración conjunta de la manera que tiene el sujeto de construirse a sí mismo y de crear las circunstancias en las que está inmerso, dando una importancia vital a las relaciones interpersonales y a la relación con el mundo en general, debido a que parto de la concepción básica de que los problemas humanos surgen de la interacción con otros.
Parte de la investigación que hago con la persona se centra en preguntas como: ¿cómo llego a vivir lo que vive? ¿Cómo son sus relaciones interpersonales? ¿Cómo influye en las demás personas? ¿Cómo contribuyen los demás en la construcción de su propia identidad? ¿Qué hace o deja de hacer para crear sus circunstancias de vida? ¿Cómo se relaciona la persona con los aspectos inevitables e inherentes de la existencia? ¿Cómo vive su entorno y su propio cuerpo? ¿Qué posibilidades le abren y le cierran sus problemas? Y muchas más.
Todo lo anterior tiene su base teórica en la psicoterapia y en la filosofía existencial, siendo un enfoque más filosófico que médico, basado principalmente en el diálogo entre dos personas y en la relación terapéutica. Por lo tanto, no me adhiero al modelo médico de la psicología o al diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. Parto de la creencia de que las tensiones psicológicas y emocionales surgen simplemente ante el hecho de existir y no son exclusivas a ciertos tipos de personas, sino que las compartimos todos como seres humanos.
Lo anterior lo llevo a cabo en diferentes contextos: individual, grupal, académico o empresarial.