La psicoterapia es una práctica que explora la experiencia personal de una manera en que se aumenta la comprensión de uno mismo. Tiene como objetivo principal la ampliación de la propia perspectiva sobre los problemas y dificultades con otros y con el mundo, lo que conlleva a diferentes posibilidades futuras. Al incrementar el nivel de comprensión de la vida actual, se abren diferentes oportunidades y también se incluye el reconocimiento honesto de los límites personales y existenciales. A diferencia del coaching o de la asesoría psicológica, la psicoterapia aborda conflictos que para la persona ameritan una mayor exploración, frecuencia y constancia en el proceso, permitiendo redescubrir cómo quiere vivir y qué es lo que considera realmente importante para su vida. También se fomenta la construcción de una relación terapéutica más íntima y sólida, lo cual genera un espacio óptimo para llevar a cabo los objetivos de la intervención.  La psicoterapia se lleva a cabo a través de mínimo una sesión semanal y tanto la duración como la metodóloga se discuten abiertamente en los primeros encuentros; un mínimo de 6 meses es recomendable.